Sobre mí

Quien Soy? 

Me llamo Verónica, Soy educadora en el ámbito de la tercera edad. Te preguntarás que hace una educadora en una residencia, pues a parte de ser la archiconocida "chica del bingo"  lo resumiré en que intenta  garantizar la oferta de  actividades recreativas, estimulantes y terapéuticas que permitan a los usuarios prevenir o ralentizar  el deterioro y  mantener, reforzar o incluso adquirir capacidades y habilidades tanto físicas como psíquicas. Casi nada eh, Este perfil de profesional es muy útil y necesario en centros residenciales, tanto de mayores como de otros colectivos. Pero déjame  que te explique esto, en otro momento.

Esta soy yo, intentando ser formal. 

Centrémonos  ahora en quien soy y que hago aquí, empezaremos por el principio, cuando estudiaba la carrera de  educación social  esta  te daba las bases para saber llevar a cabo planes,  proyectos y programas socioeducativos y  ofrecía a la salida un amplio abanico de colectivos con los que trabajar.

 Durante esos tres años, realmente, tocabas todos los palos y ninguno así que llegue al tercer año sin tener muy claro que colectivo me interesaba más.   Tenia dos o tres colectivos descartados, porque no me veía trabajando con ellos y el sector de la tercera edad era uno de ellos.

Cosas de la vida, acabe haciendo las prácticas de tercero en un centro de día, especializado en atención a la memoria, un poco por descarte de los otros centros propuestos, para que nos vamos a engañar. Pero me gusto, y al tiempo por casualidad acabe trabajando  en una residencia como Auxiliar de Geriatría.

Hice esto durante un tiempo (estuve en dos residencias). Aprovecho para remarcar, que me alegra haber empezado así, ya que me ha permitido ver  otras cosas relativas a la atención que ofrecemos a los mayores y a entender y valorar el trabajo de mis compañero/as. 

En 2012, encontré mi primera  oportunidad de trabajar como educadora en una residencia en un pueblo del pirineo de Lleida.  Si, para conseguir mi primer trabajo como educadora, tuve que hacer las maletas y aunque solo duró tres meses, creo que era lo que tenia que hacer en ese momento. Así que para allá que fui.

Desde entonces, no me puedo quejar, no me ha faltado trabajo, he pasado por diferentes centros, con diferentes características y en ellos he ido aprendiendo y convirtiéndome en la educadora que soy hoy.  Y  a llegar a la  convicción de que estaba muy equivocada al principio pensando que el trabajo con este colectivo no era para mi.
 Por qué? Porque me enamoré. Me enamoré de las sonrisas arrugadas, de las miradas tiernas, de los buenos consejos, de la sensación de estar charlando con amigos,  de que te hablen con la franqueza del que habla desde la experiencia, de poder  comunicarte sin palabras e incluso de la sinceridad que dan los años! No hay problema a la hora de decirte que estas guapa o de que hoy vas fatal! A esto último cuesta acostumbrarse, eso si. 

Ciertamente, tuve la suerte de dar por casualidad con un trabajo enriquecedor y agradecido. Sería muy injusto que no intentara devolver todo lo bueno que me aporta de alguna manera.  Quid pro quo, que decian los romanos. Así que no puedo más que intentar agradecer todo lo que me aporta este trabajo intentando dar una atención profesional y  empática, partiendo de las capacidades mantenidas, teniendo en cuenta la identidad de cada persona e intentando ofrecer  actividades significativas que permitan pasar un buen rato mientras se trabajan algunas habilidades y capacidades. Una cosa no quita la otra.   

Por qué hacer un blog? 

Mi trabajo como educadora me ha enseñado lo enriquecedor de compartir, Además de demostrarme la necesidad y los beneficios de innovar y de seguir formándose, de ser curioso y critico y de reflexionar sobre lo que se hace. Esta parece ser una buena herramienta para todo ello y aunque acabara no leyéndome nadie, ya habría sido provechoso, solo por eso.

 Aunque será mucho mejor, claro, si ya que estáis aquí, os dais una vuelta.  Y si  por el camino encontráis algo que os sirva, que os inspire o que os motive hacérmelo saber, haber ayudado a una sola persona ya habrá hecho que merezca la pena. Así que darle un poquito de cariño al blog, en forma de comentario o compartiendo, nos leemos!

Gracias, 

Verónica.